En 1919, en la revista La Nota, Storni escribe quincenalmente crónicas para la columna Feminidades /Vida femenina. El creador y director de la revista fue el Emir Emín Arslán, originario del Líbano, quien fue cónsul en nuestro país y escribió varios libros en árabe y en español, aparte de las editoriales que regularmente publicaba en la revista. La sección Notas femeninas era la que hacía aparecer a las madres y a las novias, en notas bastante breves, casi anecdóticas. Storni no se reconocía como la dócil niña que escribía este tipo de textos, lo que provocaba una tensión entre ella y las marcas de subjetividad propias de los relatos femeninos, que se vio reflejada en el sujeto de enunciación de las crónicas, en un estilo fuertemente irónico y en la permanente subversión de las reglas del género. En una de estas crónicas, “Feminidades”, Storni se presenta y establece un pacto de lectura por el que se distancia de la cronista femenina. Luego, aborda temas propios de la columna, ironiza sobre las jóvenes de clase media, publica ensayos de crítica literaria y, sobre todo, pone al día a la lectora, sobre los debates feministas de ese momento: el divorcio, el sufragio, los derechos civiles. Conviene tener en cuenta que antes de Storni, había habido otras firmas femeninas en la columna que o bien reprodujeron la hegemonía de la feminidad o bien usaron la columna como espacio de defensa del feminismo.